martes, 17 de noviembre de 2009

Las subidas de mala leche y su control.

El campo-S interactúa sobre todo con el tejido neuronal. Provoca disfunciones en el mismo que acaban manifestándose en los comportamientos anteriormente descritos. Una de las más peligrosas son los aumentos de mala leche en sangre.

Los aumentos de mala leche en sangre comienzan con un pequeño enfado. En lugar de liberar los neurotransmisores típicos en estos casos (noradrenalina, etcétera) en las cantidades que debería, el cerebro da una respuesta exagerada, liberando cantidades inmensas de los mismos. Además fabrica unos nuevos, desconocidos hasta ahora, producto de la interacción con el campo-S, que amplifican enormemente el efecto de los anteriores. Esta mezcla de neurotransmisores, por su color blanquecino, ha sido denominada “mala leche”.

Un excesivo aumento de la misma termina en una parada cardio-respiratoria. En menores cantidades afecta sobre todo a los riñones, sobrecargándolos de trabajo durante largos periodos. La naturaleza de la mala leche hace que una descarga de la misma predisponga al paciente a padecer otras, pues su estado alterado hará que se irrite con extremada facilidad.

Por el momento la única manera de aplacar las subidas de mala leche ha sido el uso de benzodiacepinas, aunque el campo-S hace que pierdan mucha efectividad. Lo mejor es, sin duda, evitar las mismas. Para ello es necesario vigilar aquellas situaciones o hechos que puedan alterar al paciente y mantenerle fuera de contacto.

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