martes, 27 de octubre de 2009

El señor ladrillo.


Cerca de todo afectado por el campo-S, tarde o temprano, brota a poca distancia un ladrillo gigante que habla. Se trata tan solo de una visión que padece el afectado y que sólo él puede ver. Este ladrillo le recordará continuamente malas noticias y estará continuamente enfadándole.

Los estudios psicológicos revelan que es una proyección psicológica del listo que todo lo sabe®. Este, en la vida normal de una persona, puede presentarse de diversas maneras. Suele ser, por ejemplo, el “amigo” que siempre te lleva la contraria, aún sabiendo que se equivoca, o ese que te cruzas por la calle en cierto momento y se mete en la conversación sin venir a cuento.

El listo que todo lo sabe® aparece de muchas formas, todas ellas perniciosas. El peor de todos ellos es el que goza de buena posición social, sobre todo si esta es a nivel intelectual. Se trata de aquellas personas buenas en algún campo y que, por ello, creen saber de todo. Es más, ni siquiera tienen por qué ser buenas, simplemente han de creérselo.

Este ladrillo imaginario golpeará la cabeza del enfermo repetidas veces, provocándole una fuerte sensación de dolor. Las investigaciones sobre los tipos de listo que todo lo sabe® están en marcha. Por ahora se conocen varios tipos, pudiéndose haber establecido un escalafón.

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