Hoy es el gran día. Al fin, en un laboratorio de Argamasilla de Alba, científicos del CEIC han logrado la ruptura permanente del campo. Gracias a enormes máquinas superciclónicas (disparadores de ondas-S polarizadas) han logrado la suficiente potencia en oposición de fase respecto a las ondas del sofá como para romper el campo-S.
El experimento comenzó sin grandes esperanzas, ya que aunque se lograba reducir el campo a mínimos, nunca se llegaba a romper. Los haces de ondas-S concentradas se obtenían a través de los emitidos por tubos de rayos catódicos de televisores, en los que se reproducían noticias que se sabía que disminuían el campo. Tras elevar la concentración de ondas-S hasta el punto en que ya apenas se notaban más efectos (casi a punto de llegar a la saturación máxima natural) estas eran disparadas directamente al sofá, debilitando enormemente su campo. Los sujetos encerrados gemían y se movían, algo que era muy positivo en sus estados prácticamente catatónicos. No obstante nunca se lograba pasar de ese punto y toda mejoría quedaba ahí.
Fue un hecho fortuito, una idea loca de uno de los doctores, lo que provocó el descubrimiento del elemento que faltaba. Los afectados por el campo-S viven en sus mentes una ira continua, que les acaba cansando hasta el agotamiento total. Esto hace que estén siempre tan cansados. Los elementos descritos en entradas anteriores a este blog se repetían en sus cabezas una y otra vez. Los sujetos afectados eran capaces de hacer complicados planes para acabar con estos agentes perniciosos, pero al verse incapaces de ello el campo-S aumentaba, cerrándolos en su propia amargura.
El análisis de lo anterior llevó al Doctor Jujarín a la conclusión de que, si a la vez que se minimizaba el campo-S se lograba dar un elemento al sujeto que le hiciera romper su prisión mental, este podría emitir las ondas-S en oposición de fase desde dentro necesarias para romper el campo (ya que estos las variaban ligeramente y, por motivos técnicos, no era posible adaptar las que estaban en oposición de fase a la suficiente velocidad). El elemento que lograría romper el bloqueo psicológico del sujeto debía ser algo que le permitiera llevar a cabo sus acciones, limpiar los elementos perniciosos y, en resumen, liberarle de la presión que le hacían sentir. La respuesta, una vez se analizan los datos, es sencilla: una metralleta.
Y efectivamente, si se lanzaba una metralleta cargada al lado del sujeto, se aplicaban las ondas en oposición de fase y se esperaba un pequeño rato, el sujeto despertaba. Vaya si despertaban. Los sujetos salían disparados por la puerta, con enormes caras de felicidad, a la vez que agitaban sus armas a la par que gritaban: ¡Tanto gilipollas y tan pocas balas!
La cura, al fin, ha llegado.
martes, 15 de diciembre de 2009
martes, 8 de diciembre de 2009
La investigación se intensifica.
Debido a los recientes descubrimientos en cuanto a la posible ruptura momentánea del campo-S se han colocado sensores las 24 horas del día en los sujetos. Estos han revelado que aunque la televisión, durante la mayor parte del tiempo, es perniciosa y aumenta el poder del campo-S, también puede hacerlo disminuir. En ocasiones muy específicas las ondas-S emitidas por la TV entran en oposición de fase con el sofá y el campo pierde gran poder.
El punto álgido en la emisión de este tipo de ondas se encuentra, de nuevo, en los telediarios. Son los casos de políticos corruptos encarcelados, mejoras sociales, etcétera, los que hacen aparecer este tipo de onda. No obstante la fuerza con la que emiten parece ser insuficiente como para lograr una ruptura prolongada del campo, por lo que se está comprobando si hay más factores aparte de este. Todo apunta a que los estados de ánimo del sujeto pueden ayudar bastante, aunque el propio campo dirige hacia la apatía y depresión.
Toda la comunidad científica se muestra esperanzada ante estos hallazgos. La cura parece estar a la vuelta de la esquina y las caras de alegría no se ocultan. Si todo va al ritmo actual en breve podrá ser posible la liberación de los primeros afectados.
El punto álgido en la emisión de este tipo de ondas se encuentra, de nuevo, en los telediarios. Son los casos de políticos corruptos encarcelados, mejoras sociales, etcétera, los que hacen aparecer este tipo de onda. No obstante la fuerza con la que emiten parece ser insuficiente como para lograr una ruptura prolongada del campo, por lo que se está comprobando si hay más factores aparte de este. Todo apunta a que los estados de ánimo del sujeto pueden ayudar bastante, aunque el propio campo dirige hacia la apatía y depresión.
Toda la comunidad científica se muestra esperanzada ante estos hallazgos. La cura parece estar a la vuelta de la esquina y las caras de alegría no se ocultan. Si todo va al ritmo actual en breve podrá ser posible la liberación de los primeros afectados.
martes, 1 de diciembre de 2009
Las micro-roturas del campo-S
En los avanzados laboratorios de la ciudad de Tortolosa se ha producido un importantísimo descubrimiento. Probando diferentes maneras de modificar la estructura del campo-S han logrado una micro-rotura temporal. De esta manera se abre la puerta a la cura del síndrome del sofá.
Los científicos estaban probando con diferentes resonancias producidas induciendo estados emocionales a los sujetos. Dichos estados provocaban perturbaciones del campo-S, alterando la estructura del mismo. Llegado cierto punto uno de estos sujetos esbozó una sonrisa, lo cual es un fenómeno muy extraño en enfermos del síndrome del sofá. Debido a que el paciente estaba siendo sometido en ese momento a una tormenta emocional, que consiste en obligarle a variar las emociones rápidamente, no está claro qué fue la causa exacta de dicha ruptura.
En el momento de la ruptura el campo-S comenzó a parpadear, apareciendo y desapareciendo rápidamente. Además se detectaron tormentas de partículas Sof que salían disparadas en todas direcciones, provocando depresiones momentáneas entre todos los miembros del equipo de investigadores que fueron alcanzados.
Todas las investigaciones se han centrado en este nuevo hecho ya que lograr una rotura lo suficientemente amplia en el tiempo puede ser la cura que permita sacar a los sujetos del campo-S.
Los científicos estaban probando con diferentes resonancias producidas induciendo estados emocionales a los sujetos. Dichos estados provocaban perturbaciones del campo-S, alterando la estructura del mismo. Llegado cierto punto uno de estos sujetos esbozó una sonrisa, lo cual es un fenómeno muy extraño en enfermos del síndrome del sofá. Debido a que el paciente estaba siendo sometido en ese momento a una tormenta emocional, que consiste en obligarle a variar las emociones rápidamente, no está claro qué fue la causa exacta de dicha ruptura.
En el momento de la ruptura el campo-S comenzó a parpadear, apareciendo y desapareciendo rápidamente. Además se detectaron tormentas de partículas Sof que salían disparadas en todas direcciones, provocando depresiones momentáneas entre todos los miembros del equipo de investigadores que fueron alcanzados.
Todas las investigaciones se han centrado en este nuevo hecho ya que lograr una rotura lo suficientemente amplia en el tiempo puede ser la cura que permita sacar a los sujetos del campo-S.
martes, 24 de noviembre de 2009
El factor Piqueras.
Hace unos días hubo una gran mortandad asociada al telediario. No se sabe bien por qué, pero en unos días todas las noticias de las diversas cadenas emitieron grandes cantidades de partículas sof. Los afectados, al recibirlas, sufrían subidas letales de mala leche y morían. No obstante había una diferencia clave en este tipo de muertes.
Todos los sujetos, al sufrir un exceso de mala leche en sangre, comienzan a agitarse bruscamente. Este hecho puede esperanzar a sus familiares, pues creen que el enfermo está saliendo del agarrotamiento del que es víctima en el campo-S. La realidad es distinta. Tras echar espuma por la boca el sujeto muere, generalmente de un infarto.
La diferencia que hubo estos días de atrás era que los sujetos se agitaba mucho más, apretaban sus puños y gritaban, una y otra vez, “¡ponme cuarto y mitad de casquería!”. La frase descolocó mucho a la comunidad científica, que no fue capaz de asociarla hasta ver las primeras superdensitometrías espectrales del campo de fuerza S. En ellas se mostraba un fuerte incremento de las partículas Sof provenientes del televisor, así como un aumento del campo-S del sofá.
El debate entre expertos ha llevado a la conclusión de que la virulencia y peligrosidad de los noticiarios es extremadamente elevada. La cura, no obstante, parece ser sencilla y ya está al alcance de la mano: Napalm del Doctor Kilgore a todos los directores de informativos. Sin excepción.
Todos los sujetos, al sufrir un exceso de mala leche en sangre, comienzan a agitarse bruscamente. Este hecho puede esperanzar a sus familiares, pues creen que el enfermo está saliendo del agarrotamiento del que es víctima en el campo-S. La realidad es distinta. Tras echar espuma por la boca el sujeto muere, generalmente de un infarto.
La diferencia que hubo estos días de atrás era que los sujetos se agitaba mucho más, apretaban sus puños y gritaban, una y otra vez, “¡ponme cuarto y mitad de casquería!”. La frase descolocó mucho a la comunidad científica, que no fue capaz de asociarla hasta ver las primeras superdensitometrías espectrales del campo de fuerza S. En ellas se mostraba un fuerte incremento de las partículas Sof provenientes del televisor, así como un aumento del campo-S del sofá.
El debate entre expertos ha llevado a la conclusión de que la virulencia y peligrosidad de los noticiarios es extremadamente elevada. La cura, no obstante, parece ser sencilla y ya está al alcance de la mano: Napalm del Doctor Kilgore a todos los directores de informativos. Sin excepción.
martes, 17 de noviembre de 2009
Las subidas de mala leche y su control.
El campo-S interactúa sobre todo con el tejido neuronal. Provoca disfunciones en el mismo que acaban manifestándose en los comportamientos anteriormente descritos. Una de las más peligrosas son los aumentos de mala leche en sangre.
Los aumentos de mala leche en sangre comienzan con un pequeño enfado. En lugar de liberar los neurotransmisores típicos en estos casos (noradrenalina, etcétera) en las cantidades que debería, el cerebro da una respuesta exagerada, liberando cantidades inmensas de los mismos. Además fabrica unos nuevos, desconocidos hasta ahora, producto de la interacción con el campo-S, que amplifican enormemente el efecto de los anteriores. Esta mezcla de neurotransmisores, por su color blanquecino, ha sido denominada “mala leche”.
Un excesivo aumento de la misma termina en una parada cardio-respiratoria. En menores cantidades afecta sobre todo a los riñones, sobrecargándolos de trabajo durante largos periodos. La naturaleza de la mala leche hace que una descarga de la misma predisponga al paciente a padecer otras, pues su estado alterado hará que se irrite con extremada facilidad.
Por el momento la única manera de aplacar las subidas de mala leche ha sido el uso de benzodiacepinas, aunque el campo-S hace que pierdan mucha efectividad. Lo mejor es, sin duda, evitar las mismas. Para ello es necesario vigilar aquellas situaciones o hechos que puedan alterar al paciente y mantenerle fuera de contacto.
Los aumentos de mala leche en sangre comienzan con un pequeño enfado. En lugar de liberar los neurotransmisores típicos en estos casos (noradrenalina, etcétera) en las cantidades que debería, el cerebro da una respuesta exagerada, liberando cantidades inmensas de los mismos. Además fabrica unos nuevos, desconocidos hasta ahora, producto de la interacción con el campo-S, que amplifican enormemente el efecto de los anteriores. Esta mezcla de neurotransmisores, por su color blanquecino, ha sido denominada “mala leche”.
Un excesivo aumento de la misma termina en una parada cardio-respiratoria. En menores cantidades afecta sobre todo a los riñones, sobrecargándolos de trabajo durante largos periodos. La naturaleza de la mala leche hace que una descarga de la misma predisponga al paciente a padecer otras, pues su estado alterado hará que se irrite con extremada facilidad.
Por el momento la única manera de aplacar las subidas de mala leche ha sido el uso de benzodiacepinas, aunque el campo-S hace que pierdan mucha efectividad. Lo mejor es, sin duda, evitar las mismas. Para ello es necesario vigilar aquellas situaciones o hechos que puedan alterar al paciente y mantenerle fuera de contacto.
martes, 10 de noviembre de 2009
El IRPF y la mala leche.
Uno de los momentos más peligrosos para los afectados por el síndrome del sofá es cuando llega la campaña tributaria de Hacienda. Las cifras muestran que la mortalidad aumenta un 30% en este periodo, lo cual convierte este hecho en un jugoso tema de estudio para los investigadores. Además no es únicamente su importancia respecto a la vida lo interesante, sino que también resulta ser uno de los procesos más complejos del síndrome del sofá.
En la recaudación de impuestos todo el mundo paga en función (más o menos) de sus rentas. Todo este dinero se emplea para mantener la estructura del estado así como el denominado “estado de bienestar”. La Seguridad Social, los servicios de sanidad, policía, bomberos, infraestructuras y comunicaciones, etcétera, salen de nuestros impuestos. Por este motivo en un primer momento se pensaba que la muerte era provocada por un arrebato de mala leche producto de egoísmo. Como se ha venido observando los afectados por este síndrome son muy sensibles a este tipo de enfados, los cuales aumentan la mala leche del cuerpo y el sujeto muere envenenado por la misma.
La realidad se mostró mucho más compleja de lo que se creía. Tras varios experimentos en los que se puso a prueba el egoísmo, quedó demostrado que no era el que provocaba dichos aumentos de mala leche en sangre. Había que realizar nuevas hipótesis.
Tras mucho pensar por parte de la comunidad científica el Doctor Matías Serrano dio con lo que podría ser la causa de dichas muertes. Basado en las suposiciones (recientemente comprobadas) de que a los sujetos atrapados les afectaban mucho las distintas modulaciones de las ondas-S personales provocadas por agentes externos, se preguntó cuáles podrían tener relación con el IRPF. La respuesta fueron los políticos.
A este tipo de personas no les molestaba el hecho de pagar, el ser solidarias. Lo que hacía que tuvieran aumentos de mala leche era saber dónde iría su dinero. Conforme demostró el Doctor Matías Serrano el hecho de observar continuos casos de corrupción hacía que pagar impuestos se tornara como algo extremadamente doloroso. Tener conocimiento de que el dinero no iría a hospitales sino a jetas sin escrúpulos era demasiado para estas personas. Debido a ello cada vez que comenzaba la campaña de recaudación del Estado un 30% de estas personas morían. Aquellas que sobrevivían al aumento de mala leche en sangre quedaban o bien en estado catatónico o bien experimentaban fuertes retrocesos mentales, mostrando razonamientos totalmente infantiles.
En la recaudación de impuestos todo el mundo paga en función (más o menos) de sus rentas. Todo este dinero se emplea para mantener la estructura del estado así como el denominado “estado de bienestar”. La Seguridad Social, los servicios de sanidad, policía, bomberos, infraestructuras y comunicaciones, etcétera, salen de nuestros impuestos. Por este motivo en un primer momento se pensaba que la muerte era provocada por un arrebato de mala leche producto de egoísmo. Como se ha venido observando los afectados por este síndrome son muy sensibles a este tipo de enfados, los cuales aumentan la mala leche del cuerpo y el sujeto muere envenenado por la misma.
La realidad se mostró mucho más compleja de lo que se creía. Tras varios experimentos en los que se puso a prueba el egoísmo, quedó demostrado que no era el que provocaba dichos aumentos de mala leche en sangre. Había que realizar nuevas hipótesis.
Tras mucho pensar por parte de la comunidad científica el Doctor Matías Serrano dio con lo que podría ser la causa de dichas muertes. Basado en las suposiciones (recientemente comprobadas) de que a los sujetos atrapados les afectaban mucho las distintas modulaciones de las ondas-S personales provocadas por agentes externos, se preguntó cuáles podrían tener relación con el IRPF. La respuesta fueron los políticos.
A este tipo de personas no les molestaba el hecho de pagar, el ser solidarias. Lo que hacía que tuvieran aumentos de mala leche era saber dónde iría su dinero. Conforme demostró el Doctor Matías Serrano el hecho de observar continuos casos de corrupción hacía que pagar impuestos se tornara como algo extremadamente doloroso. Tener conocimiento de que el dinero no iría a hospitales sino a jetas sin escrúpulos era demasiado para estas personas. Debido a ello cada vez que comenzaba la campaña de recaudación del Estado un 30% de estas personas morían. Aquellas que sobrevivían al aumento de mala leche en sangre quedaban o bien en estado catatónico o bien experimentaban fuertes retrocesos mentales, mostrando razonamientos totalmente infantiles.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
El listo que todo lo sabe®
En los diversos tipos de listo que todo lo sabe® encontramos dos extremos claros. Por un lado al machote de gimnasio, que ocupa el lugar menos intelectual. En la otra punta al ingeniero, que ostenta lo más alto de la posición social en cuanto a conocimiento se refiere.
En el escalafón más bajo encontramos al machote de gimnasio. Ese, por el hecho de levantar 120 kilogramos de tontería, cree tener la posición moral como para darte pesadas (e inexactas) lecciones de anatomía.
Las víctimas de sus escapadas intelectuales suelen ser los chavalines, a los que puede engañar. Gusta de acechar tras las pesas, escondido entre cinturones para evitar hernias y sudores sobaquiles. Si algún incauto osa acercarse a la zona y, por descuido o desconocimiento, tiene la desgracia de desviarse dos grados en el levantamiento de lo que sea (originariamente era una pesa, pero hoy en día da igual lo que sea, incluso una moneda de 10 céntimos les sirve de excusa) este se abalanzará sobre él con sus lecciones. Resarce así, adoptando el rol de profesor, todas las frustraciones que tuvo en el sistema educativo por no ser capaz de hacer la o con un canuto.
En la otra punta de la cuerda, tras cientos de escalones intermedios, encontramos al ingeniero. Pertenece al grupo intelectual, por lo que su peligro es notable. Se caracteriza por poseer el superpoder de la “verdad suprema®” con la que siempre tendrá razón. Da igual que le digas que el cielo es azul, si se le ha metido en la cabeza que es amarillo será así y punto. Ya encontrará él la manera de reajustar el lenguaje o de variar el espectro electromagnético según el ruso Karkamusin.
A los últimos se les reconoce de manera sencilla, por su uniforme ingenieril que consta de zapatos oscuros, pantalón vaquero, cinturón y camisa de cuadros (generalmente de tonos marrones o azules). Si aún hay dudas basta sacar un tema que le resulte desconocido y añadir la frase “tú no entiendes de esto”. En ese momento se producirán varios estallidos de ondas-S a la vez que se produce un despliegue multicolor de la estupidez humana en todo su esplendor. Quizá aún por encima del ingeniero se encuentra el arquitecto, que además de las ciencias también sabe todo sobre las artes, la filosofía y la vida en general, así como el sentido de la misma.
Estos elementos tienen mucha capacidad de modificar el campo-S, tanto que luego son capaces, como decía al principio de la entrada, de revivir en el cerebro de las víctimas del síndrome del sofá en forma de alucinación.
Por cierto, todo este post se ha escrito desde la perspectiva de un listo que todo lo sabe®, en este caso el del comunicador-analfabeto. Lo comento porque, si el lector nota un crecimiento paulatino de la mala baba, no debe asustarse, al contrario, debe saber que está colaborando con el estudio de este tipo de distorsión. En breve irá un amable señor con bigote a su casa para encuestarle.
En el escalafón más bajo encontramos al machote de gimnasio. Ese, por el hecho de levantar 120 kilogramos de tontería, cree tener la posición moral como para darte pesadas (e inexactas) lecciones de anatomía.
Las víctimas de sus escapadas intelectuales suelen ser los chavalines, a los que puede engañar. Gusta de acechar tras las pesas, escondido entre cinturones para evitar hernias y sudores sobaquiles. Si algún incauto osa acercarse a la zona y, por descuido o desconocimiento, tiene la desgracia de desviarse dos grados en el levantamiento de lo que sea (originariamente era una pesa, pero hoy en día da igual lo que sea, incluso una moneda de 10 céntimos les sirve de excusa) este se abalanzará sobre él con sus lecciones. Resarce así, adoptando el rol de profesor, todas las frustraciones que tuvo en el sistema educativo por no ser capaz de hacer la o con un canuto.
En la otra punta de la cuerda, tras cientos de escalones intermedios, encontramos al ingeniero. Pertenece al grupo intelectual, por lo que su peligro es notable. Se caracteriza por poseer el superpoder de la “verdad suprema®” con la que siempre tendrá razón. Da igual que le digas que el cielo es azul, si se le ha metido en la cabeza que es amarillo será así y punto. Ya encontrará él la manera de reajustar el lenguaje o de variar el espectro electromagnético según el ruso Karkamusin.
A los últimos se les reconoce de manera sencilla, por su uniforme ingenieril que consta de zapatos oscuros, pantalón vaquero, cinturón y camisa de cuadros (generalmente de tonos marrones o azules). Si aún hay dudas basta sacar un tema que le resulte desconocido y añadir la frase “tú no entiendes de esto”. En ese momento se producirán varios estallidos de ondas-S a la vez que se produce un despliegue multicolor de la estupidez humana en todo su esplendor. Quizá aún por encima del ingeniero se encuentra el arquitecto, que además de las ciencias también sabe todo sobre las artes, la filosofía y la vida en general, así como el sentido de la misma.
Estos elementos tienen mucha capacidad de modificar el campo-S, tanto que luego son capaces, como decía al principio de la entrada, de revivir en el cerebro de las víctimas del síndrome del sofá en forma de alucinación.
Por cierto, todo este post se ha escrito desde la perspectiva de un listo que todo lo sabe®, en este caso el del comunicador-analfabeto. Lo comento porque, si el lector nota un crecimiento paulatino de la mala baba, no debe asustarse, al contrario, debe saber que está colaborando con el estudio de este tipo de distorsión. En breve irá un amable señor con bigote a su casa para encuestarle.
martes, 27 de octubre de 2009
El señor ladrillo.
Cerca de todo afectado por el campo-S, tarde o temprano, brota a poca distancia un ladrillo gigante que habla. Se trata tan solo de una visión que padece el afectado y que sólo él puede ver. Este ladrillo le recordará continuamente malas noticias y estará continuamente enfadándole.
Los estudios psicológicos revelan que es una proyección psicológica del listo que todo lo sabe®. Este, en la vida normal de una persona, puede presentarse de diversas maneras. Suele ser, por ejemplo, el “amigo” que siempre te lleva la contraria, aún sabiendo que se equivoca, o ese que te cruzas por la calle en cierto momento y se mete en la conversación sin venir a cuento.
El listo que todo lo sabe® aparece de muchas formas, todas ellas perniciosas. El peor de todos ellos es el que goza de buena posición social, sobre todo si esta es a nivel intelectual. Se trata de aquellas personas buenas en algún campo y que, por ello, creen saber de todo. Es más, ni siquiera tienen por qué ser buenas, simplemente han de creérselo.
Este ladrillo imaginario golpeará la cabeza del enfermo repetidas veces, provocándole una fuerte sensación de dolor. Las investigaciones sobre los tipos de listo que todo lo sabe® están en marcha. Por ahora se conocen varios tipos, pudiéndose haber establecido un escalafón.
martes, 20 de octubre de 2009
Los factores externos.
El desarrollo del campo-S está íntimamente relacionado con las partículas subatómicas Sof (bosón sofá). El descubrimiento de dicha correlación ha sido el avante más importante hasta el momento. Si bien todos los sofás emiten este tipo de partículas es necesario que una persona también las emita en la misma longitud de onda para poder ser atrapada.
También nosotros, en nuestras neuronas, tenemos elementos emisores de partículas Sof. La diferencia con las de los sofás es la longitud de onda que tienen, aunque esta, debido a diferentes factores externos, puede ir variando hasta estar en fase con las del sofá, momento en el que quedaríamos atrapados. Ya hemos visto que elementos como los presentadores de programas del corazón logran esto. Ahora, además, sabemos la causa exacta, por lo que ya es posible identificar elementos que acentúen el síndrome del sofá.
Gracias a esta nueva información se realizarán mejoras sustanciales en los detectores de partículas Sof y en breve podrá ser elaborada una lista con todos estos elementos perniciosos.
También nosotros, en nuestras neuronas, tenemos elementos emisores de partículas Sof. La diferencia con las de los sofás es la longitud de onda que tienen, aunque esta, debido a diferentes factores externos, puede ir variando hasta estar en fase con las del sofá, momento en el que quedaríamos atrapados. Ya hemos visto que elementos como los presentadores de programas del corazón logran esto. Ahora, además, sabemos la causa exacta, por lo que ya es posible identificar elementos que acentúen el síndrome del sofá.
Gracias a esta nueva información se realizarán mejoras sustanciales en los detectores de partículas Sof y en breve podrá ser elaborada una lista con todos estos elementos perniciosos.
martes, 13 de octubre de 2009
Importante avance en la búsqueda de una cura.
Uno de los factores que más afectan a las personas que sufren el síndrome del sofá es el de los programas del corazón. La emisión de dichos espacios televisivos tiene un efecto devastador, amplificando todos los síntomas. De todos los elementos que pueden actuar como catalizadores del síndrome del sofá este es, sin duda, el más poderoso. No obstante no todo son malas noticias. El Doctor Kilgore ha encontrado una cura que está demostrando ser muy efectiva.
Su investigación le ha llevado a averiguar que las personas que protagonizan estos programas tienen una serie de elementos que interactúan y amplifican el campo-S. Desprenden unas partículas subatómicas denominadas bosón sofá con espín 1. Estas mismas partículas son las que, por lo que se sabe en estos momentos, causan el propio campo-S en el sofá donde se produce.
En el caso de los presentadores de televisión cuya naturaleza hace que, por algún motivo, emitan este tipo de partículas, su mera presencia en una televisión provoca un aumento de la actividad del campo-S. La hipótesis aceptada es que los bosones sofá interactúan con los fotones, modulando la luz y, de esta manera, transmitiéndose hasta el espectador.
La cura que ha encontrado es relativamente sencilla. Para ello hay que llevar a todos estos presentadores (Belén Esteban, María Patiño, María Eugenia Yagüe, etcétera) a una zona boscosa. Una vez allí deben ser rociados con una serie de productos químicos que interactúan con sus pieles y la madera de los árboles que les rodean. Mediante una serie de reacciones químicas el compuesto se prepara para hacer su efecto. Una vez que está listo (se ha adherido a los presentadores, a los árboles y flota en el aire) se produce una rápida oxidación con la cual se logra eliminar todos los componentes perniciosos. De esta manera es posible cambiar la composición química de dichas personas, por lo que dejan de emitir bosones sofá.
A continuación ponemos un vídeo en el que el Doctor Kilgore muestra a unos alumnos el proceso a la vez que da unas explicaciones sobre los elementos empleados y su funcionamiento:
Su investigación le ha llevado a averiguar que las personas que protagonizan estos programas tienen una serie de elementos que interactúan y amplifican el campo-S. Desprenden unas partículas subatómicas denominadas bosón sofá con espín 1. Estas mismas partículas son las que, por lo que se sabe en estos momentos, causan el propio campo-S en el sofá donde se produce.
En el caso de los presentadores de televisión cuya naturaleza hace que, por algún motivo, emitan este tipo de partículas, su mera presencia en una televisión provoca un aumento de la actividad del campo-S. La hipótesis aceptada es que los bosones sofá interactúan con los fotones, modulando la luz y, de esta manera, transmitiéndose hasta el espectador.
La cura que ha encontrado es relativamente sencilla. Para ello hay que llevar a todos estos presentadores (Belén Esteban, María Patiño, María Eugenia Yagüe, etcétera) a una zona boscosa. Una vez allí deben ser rociados con una serie de productos químicos que interactúan con sus pieles y la madera de los árboles que les rodean. Mediante una serie de reacciones químicas el compuesto se prepara para hacer su efecto. Una vez que está listo (se ha adherido a los presentadores, a los árboles y flota en el aire) se produce una rápida oxidación con la cual se logra eliminar todos los componentes perniciosos. De esta manera es posible cambiar la composición química de dichas personas, por lo que dejan de emitir bosones sofá.
A continuación ponemos un vídeo en el que el Doctor Kilgore muestra a unos alumnos el proceso a la vez que da unas explicaciones sobre los elementos empleados y su funcionamiento:
viernes, 9 de octubre de 2009
El extremo cansancio.
Todos los afectados por el campo-S presentan un cansancio crónico, tanto físico como mental, siendo el segundo mucho más acusado que el primero. Parece ser que por algún motivo aún desconocido su metabolismo disminuye hasta niveles ínfimos. No obstante los investigadores manejan varias hipótesis, siendo la más prometedora una que indica que el origen puede ser anterior a la exposición al campo-s, permaneciendo latente hasta el contacto con la misteriosa fuerza.
El día a día de la vida actual, el trabajo sin sentido, las noticias sobre política o economía, el listo que todo lo sabe® y elementos similares provocan un fuerte desgaste en las personas. Éste se va acumulando a la vez que es enmascarado con sustancias como la cafeína o el alcohol, las cuales permiten al individuo mantener el ritmo que la sociedad le exige.
Al llegar a un sofá afectado por el campo-S este cansancio se agrava y el efecto de las sustancias enmascaradoras desaparece. El sujeto comienza entonces a sentir los síntomas anteriormente descritos y, atrapado por el campo-S, comienza su viaje al síndrome del sofá.
El día a día de la vida actual, el trabajo sin sentido, las noticias sobre política o economía, el listo que todo lo sabe® y elementos similares provocan un fuerte desgaste en las personas. Éste se va acumulando a la vez que es enmascarado con sustancias como la cafeína o el alcohol, las cuales permiten al individuo mantener el ritmo que la sociedad le exige.
Al llegar a un sofá afectado por el campo-S este cansancio se agrava y el efecto de las sustancias enmascaradoras desaparece. El sujeto comienza entonces a sentir los síntomas anteriormente descritos y, atrapado por el campo-S, comienza su viaje al síndrome del sofá.
viernes, 2 de octubre de 2009
El dolor telefónico.
Uno de los aspectos más extraños del campo-S es el de su interacción telefónica con ciertos tipos de llamadas. Lograr probar esto fue una de las pruebas más importantes que ayudaron a eliminar la idea de que la televisión era la causante de dicho campo. Hoy día se sabe que elementos como el teléfono, la prensa o la radio tienen fuertes efectos sobre los afectados por el campo-S. De hecho es muy probable que sean los medios de comunicación los causantes de todo. Las investigaciones avanzan en esa dirección.
Dentro de los efectos telefónicos destaca uno: el de las llamadas de teleoperadores. El sujeto afectado por el síndrome del sofá recibe una llamada, generalmente con número oculto o desconocido, que contesta o la realiza por algún tipo de incidencia con su línea telefónica. Al detectar un fuerte acento argentino, proveniente de una voz que no coincide con ningún conocido natural de dicho país, se desata un fuerte dolor agudo en los talones que va ascendiendo paulatinamente.
Mientras que la persona al otro lado del teléfono continúa diciendo sandeces o, directamente, inventándose lo que dice (lo cual es seguramente un efecto del campo-S sobre dicho individuo) el dolor mencionado antes avanza hasta llegar a la cabeza. Una vez se ha situado en la parte trasera de la nuca el paciente comienza a sentir una gran ira y violencia. Hay casos en los que hasta se ha llegado a producir un infarto.
Cabe destacar un caso en el que una teleoperadora comunicaba que era imposible poner una línea ADSL en una casa debido a que el cable estaba lleno y no podían circular por él más páginas web, porque no cabían. Los cables, según ella, tienen un grosor y cuando los llenas de webs no caben más, porque ocupan espacio. Lo dicho provocó la muerte fulminante del afectado por el campo-s debido al repentino aumento de mala leche en sangre.
jueves, 24 de septiembre de 2009
Han logrado una primera imagen.
Hace unos días el equipo del doctor Jonás Gutierrez logró hacer una superdensitometría espectral del campo de fuerza S, por lo que podríamos decir que ha ocurrido un avance histórico en la investigación del fenómeno.
La superdensitometría espectral del campo de fuerza S se trata de un tipo de imagen generada a través de la detección de las radiaciones S. La dificultad para lograrla radica en que esta fuerza apenas interactúa con la materia. Tan solo parece tener efectos sobre el tejido humano, en especial con el cerebral.
Para lograr captar la imagen ha sido necesario preparar una placa de zinc recubierta por millones de neuronas generadas en cultivos de laboratorio a partir de células troncales. Una vez se ha logrado esto a la plancha se le añaden una serie de tintes y materiales fotosensibles. La lámina es expuesta a un sofá del que se sabe que está afectado por este tipo de campo y es sometida a una corriente de 150.000 voltios. Las neuronas se vaporizan al instante pero reaccionan con el zinc de la plancha mientras lo hacen generando fotones. Estos dejan una marca sobre los elementos fotosensibles y los tintes, por lo que se forma una imagen nítida.
Como podemos ver el campo S cuenta con líneas de fuerza, aunque a diferencia del electromagnético estas forman una espiral que se aplana.
martes, 15 de septiembre de 2009
El campo S
Hace poco investigadores del CEIC (Centro español de investigaciones científicas) han descubierto un nuevo tipo de campo en la naturaleza. Hasta ahora se conocían cuatro tipos de estas magnitudes: gravitatorio, electromagnético, nuclear fuerte y nuclear débil. Ahora hay que sumar también el campo S.
El campo S tiene una naturaleza muy extraña. De hecho está presentando un grave problema para todos los modelos actuales que explican el universo. En primer lugar se da única y exclusivamente alrededor de los sofás (sobre todo en los españoles, donde la incidencia es del 73%). Interactúa atrapando a aquel individuo que se sienta sobre dicho mueble, sin detectarse ningún tipo de anomalía gravitatoria ni electromagnética. Aquel que cae bajo su influjo es incapaz de volver a levantarse del mismo y actúa como si estuviera profundamente sedado. En segundo lugar se trata de una fuerza que jamás antes había sido detectada, lo cual es bastante extraño debido a sus evidentes efectos. Esto ha hecho a algunos pensar incluso que se trata de un fenómeno reciente. Además se ha observado que, por norma general, se observa siempre cuando se da la conjunción de un sofá y un televisor.
En una fase inicial de las investigaciones se pensó que las radiaciones electromagnéticas producidas por la pantalla de televisión interactuaban de alguna manera con las fibras sintéticas de la mayoría de los sofás. No obstante esta teoría se descartó rápidamente, en gran parte debido al profundo conocimiento que se tiene actualmente de las radiaciones electromagnéticas. También resultaba fuera de normal el componente sintético del que se hace referencia, pues no existe un material que sea generalizado en la construcción de los sofás.
Así pues únicamente queda seguir investigando y descubrir sus efectos nocivos en el cuerpo humano. Hasta ahora, que se conozcan, podemos encontrar:
1- Profunda regresión y comportamientos infantiloides por parte de individuos adultos.
2- Estado mental lento y apático, muy parecido al provocado por ciertos anestésicos.
3- Lagunas en la memoria e incapacidad para mantener los recuerdos por periodos superiores a uno o dos meses.
4- Pérdida de gran parte de las habilidades motrices.
5- Agarrotamiento muscular profundo.
Todo esto se traduce en una total incapacidad para levantarse del sofá en los casos avanzados. Si bien en las primeras fases el individuo, con mucho esfuerzo, puede escapar del campo para hacer sus necesidades o comer se observa a los pocos minutos una fuerte e inmediata necesidad por volver al mismo. Se desconoce qué cambios fisiológicos provocan dicha necesidad así como si esta es física, psicológica o una combinación de ambas.
Este blog va a tratar sobre este campo, sus efectos y los avances que se produzcan sobre la compresión del mismo y la cura de los afectados.
El campo S tiene una naturaleza muy extraña. De hecho está presentando un grave problema para todos los modelos actuales que explican el universo. En primer lugar se da única y exclusivamente alrededor de los sofás (sobre todo en los españoles, donde la incidencia es del 73%). Interactúa atrapando a aquel individuo que se sienta sobre dicho mueble, sin detectarse ningún tipo de anomalía gravitatoria ni electromagnética. Aquel que cae bajo su influjo es incapaz de volver a levantarse del mismo y actúa como si estuviera profundamente sedado. En segundo lugar se trata de una fuerza que jamás antes había sido detectada, lo cual es bastante extraño debido a sus evidentes efectos. Esto ha hecho a algunos pensar incluso que se trata de un fenómeno reciente. Además se ha observado que, por norma general, se observa siempre cuando se da la conjunción de un sofá y un televisor.
En una fase inicial de las investigaciones se pensó que las radiaciones electromagnéticas producidas por la pantalla de televisión interactuaban de alguna manera con las fibras sintéticas de la mayoría de los sofás. No obstante esta teoría se descartó rápidamente, en gran parte debido al profundo conocimiento que se tiene actualmente de las radiaciones electromagnéticas. También resultaba fuera de normal el componente sintético del que se hace referencia, pues no existe un material que sea generalizado en la construcción de los sofás.
Así pues únicamente queda seguir investigando y descubrir sus efectos nocivos en el cuerpo humano. Hasta ahora, que se conozcan, podemos encontrar:
1- Profunda regresión y comportamientos infantiloides por parte de individuos adultos.
2- Estado mental lento y apático, muy parecido al provocado por ciertos anestésicos.
3- Lagunas en la memoria e incapacidad para mantener los recuerdos por periodos superiores a uno o dos meses.
4- Pérdida de gran parte de las habilidades motrices.
5- Agarrotamiento muscular profundo.
Todo esto se traduce en una total incapacidad para levantarse del sofá en los casos avanzados. Si bien en las primeras fases el individuo, con mucho esfuerzo, puede escapar del campo para hacer sus necesidades o comer se observa a los pocos minutos una fuerte e inmediata necesidad por volver al mismo. Se desconoce qué cambios fisiológicos provocan dicha necesidad así como si esta es física, psicológica o una combinación de ambas.
Este blog va a tratar sobre este campo, sus efectos y los avances que se produzcan sobre la compresión del mismo y la cura de los afectados.
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